Durante los últimos años, entre 2020 y 2023, hemos vivido unas situaciones en las que el poder político ha implantado su voluntad, obviando que vivimos en un estado de derecho. Casi todos los poderes públicos han sacado normativas vulnerando los principios legales de una democracia parlamentaria, olvidando que existe la Constitución Española en la cúspide de una pirámide legal, que tiene por debajo los tratados internacionales, las leyes orgánicas, las leyes ordinarias, los decretos…
La excusa de «es por tú bien» fue medianamente aceptada, aunque fuera al precio de perder derechos y libertades, pues se enfocó desde el principio como una emergencia temporal.
Desde un punto de vista más amplio, la ciudadanía tuvo que elegir entre acatar, desobedecer y luchar.
Y es que no solo estuvo en juego perder momentáneamente derechos y libertades, sino los principios de una democracia que, aun no siendo realmente valedora del poder y la decisión del pueblo, por lo menos nos ofrecía sobre el papel un estado de derecho.
En esa lucha hemos estado muchos movimientos sociales desde 2020, con la intención de que la clase política no se acostumbre a ejercer arbitrariamente el poder y que las personas continúen manteniendo sus derechos y libertades, con todo el respeto hacia quienes están atravesando situaciones difíciles en la enfermedad y merecen nuestro apoyo y solidaridad.
Es en la profundidad de una democracia más intensa, más participativa y más igualitaria en la que el pueblo consigue organizarse, resolver sus problemas y avanzar hacia una sociedad mejor, en la que se toman decisiones colectivas, respetando los derechos individuales y escuchando todos los puntos de vista.
Mención aparte requiere el poder de la prensa, que respetando su libertad de publicación, esta también tiene que aceptar la crítica de la ciudadanía y no convertirse en el vocero de los poderes fácticos.
Es claro y notorio, como gran parte de las publicaciones de los últimos años se han posicionado a favor de criterios de interés y no han profundizado en la búsqueda de la verdad tratando de escuchar todos los puntos de vista, sino al contrario, tratando de censurar con el insulto y el desprecio aquello que no les ha parecido conveniente.
Así las cosas llegamos a 2024, el Gobierno continúa manteniendo en vigor la orden pandémica SND 297/2020 que le permite realizar un seguimiento legal de la posición de todos los teléfonos móviles de España y de nuevo se vuelve a hablar de virus respiratorios y mascarillas.
En los últimos días, la prensa indica la obligación de utilizar mascarillas en varias Comunidades Autónomas en diversas situaciones, pero un momento, estábamos hablando de un estado de derecho.
¿Entonces este es aquel en que los consejeros de salud emiten declaraciones, los medios de comunicación las recogen, la población las acata y la policía obliga a su cumplimiento?
Los gobiernos de estas comunidades autónomas declaran que la mascarilla es obligatoria en varias circunstancias, pero a fecha actual no existe normativa alguna que la avale:
(por favor, si tenéis más información no dudéis en comentar)
-Aragón: No hay ninguna normativa en el BOA que en este momento obligue al uso de mascarillas, pero la prensa recoge declaraciones del consejero.
-Asturias: No hay ninguna normativa en el BOPA que en este momento obligue al uso de mascarillas en ninguna circunstancia. Si bien el Principado de Asturias modificó en 2021 la ley sanitaria, otorgando plenos poderes al consejero de salud para declarar unilateralmente «emergencias sanitarias», a fecha actual no hay ninguna declarada. Pero la consejera declara y la prensa publica que es obligatoria…
-Canarias: No hay ninguna normativa en el BOC que en este momento obligue al uso de mascarillas, pero la Consejería de Sanidad anuncia que es obligatoria y la prensa lo recoge…
-Cataluña: No hay ninguna normativa en el DOGC que en este momento obligue al uso de mascarillas, pero el conseller de salut publica un «tweet» en la red social «X» diciendo que es obligatoria y la prensa lo recoge.
-Comunidad Valenciana: La Instrucción 01/2024 firmada por la Directora General de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad establece el uso de mascarilla obligatorio a raíz del consejo de utilizar mascarillas dado en el Anexo de la Orden SND/726/2023, de 4 de julio, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros, por el que se declara la finalización de la situación de crisis sanitaria COVID-19.
¿cómo puede cogerse de referencia un consejo para establecer una obligación?
Para colmo, la nota de prensa comete una errata, mencionando la orden 776, en vez de la 726, y la friolera de 314 medios de comunicación publican la errata.
-Región de Murcia: No hay ninguna normativa en el BOC que en este momento obligue al uso de mascarillas, pero el consejero declara en la web oficial de salud que estas son obligatorias.
Y así vemos, que en el estado de las dictaduras por autonomía, las órdenes a la población se dan mediante notas de prensa, publicaciones en webs o en redes sociales con el simple argumento de que es por nuestro bien. La prensa lo recoge y se envían las instrucciones a la población sin mayor razonamiento.
Mientras que en el anterior estado de derecho, en el que estaban incluidas todas las autonomías, existía el requerimiento de seguir la legalidad mediante la publicación de «boletines oficiales», en los que sin excusa se indicaba la justificación de la medida mediante «declaraciones de emergencia sanitaria», los informes técnico sanitarios que la avalan y la posibilidad de recurso de la norma, sin perjuicio del correspondiente debate parlamentario.
Y así, llegamos al enfrentamiento político en que unas CC. AA. ven bien las medidas y otras las ven mal, pero la jefa suprema del Ministerio de Sanidad anuncia en estos momentos que, si no hay acuerdo político a favor en el Consejo Interterritorial, impondrá este miércoles su voluntad.
El debate no está en las razones sanitarias, sino en las razones políticas y jurídicas.
Si habláramos de razones sanitarias tal vez se podría debatir por qué la tasa de incidencia IRA se ha multiplicado por seis en tan solo una semana y nos podríamos preguntar por qué es la tasa más alta de gripe de la historia si antes de 2020, por norma general, no se hacían test a la población para determinar su enfermedad y se usaba el método de «abre la boquita, saca la lengua y di aaaaaaah». Además de que antes de la llegada de los ordenadores tan solo se apuntaba en una libreta.
Casi todos recordamos la epidemia de gripe A que iba a llegar en la temporada 2009-2010 a España y que oficialmente solo contó con 1519 casos en todo el territorio.
Se hizo un gran despliegue de medios para intentar vacunar a toda la población y finalmente se tuvieron que tirar a la basura, pero parece que la campaña de esa época aun sigue sirviendo, aunque sea para examinar la información contradictoria del momento. Al Ministerio de Sanidad se le ha olvidado actualizar la información o este sigue aprovechando la misma.
Si en 2024 buscamos en Google «Gripe A Ministerio de Sanidad» el primer resultado que nos dará será la página web preparada para aquella pandemia que nunca nos llegó como tal. Con una campaña publicitaria y una información contradictoria en la web, realizada en Noviembre de 2009, que se presenta para ser leída en fechas posteriores como si estuviéramos viviendo una pandemia, pero quizás no tan posterior como para que la leamos en 2024 y no nos demos cuenta.
Esto sigue relatando:
«Aunque la vacuna de la gripe estacional no protege contra el nuevo virus de la gripe A (H1N1), se recomienda unánimemente que todas las personas pertenecientes a los grupos de riesgo habituales se vacunen, como hacen cada año.
Cabe la posibilidad de que ambas gripes puedan coincidir en el tiempo.»
Y contrariamente, en el encabezado de la misma página web, hay un anuncio del tipo «banner» dando a entender que la gente que se ha vacunado contra la gripe estacional pasa más levemente la gripe «A».
Aunque también relata en la web que esta gripe A tiene carácter leve.
Son muchas contradiciones…

Fuente Ministerio de Sanidad
Sin la posibilidad de adquirir información científica actualizada….
¿en qué quedamos, que protege o que no protege?
¿a las farmacéuticas o a la población?
Si tanta gente se vacuna, ¿no debería de haber menos gripe este año?
Ah no, que según la versión oficial hay más gripe porque los dos años pasados no la hubo y este año la gente no tiene inmunidad. Además siguiendo con las declaraciones oficiales, se argumenta que cada vez se vacuna menos gente ya que se cansaron de vacunarse contra la COVID-19 y muchos tuvieron que pasar igual la enfermedad.
Entonces, por lo que parece, la solución es ponernos mascarilla para no coger la gripe…
¿y entonces, si nos la ponemos, este mes no pasamos la gripe y la pasamos más adelante durante 2024 ó no la pasamos?
¿y si no pasamos este año la gripe, entonces el año que viene somos más o menos inmunes?
Umm, cualquiera podría pensar que hay otras razones para imponer el uso de la mascarilla, porque si es tan buena nadie dudaría en ponérsela sin que nadie lo imponga.
Aunque igual saben mucho más que nosotros nuestros gobernantes supremos, oh hágase vuestra voluntad, alabados seáis, qué haríamos el pueblo sin que nadie nos diga lo que tenemos que hacer… ¿eh?
¡En las próximas elecciones voy a ir corriendo a votaros para que me volváis a obligar a lo que tengo que hacer!
¡A golpe de látigo, tal vez surja antes la rebelión!
Actualización:
Hay novedades respecto a la publicación en boletines oficiales, puedes verlos a partir de este post
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